Me ha gustado mucho este post de Eduard Punset.
Ser feliz es desear menos
Esta verdad no por más que la olvidamos es menos cierta. Gran parte de nuestra vida y de la sociedad nos llevan por el camino de los artefactos, lo artificioso y artificial. El consumismo genera nuevas y ocultas necesidades para nosotros y al final nos vemos cargados de cosas innecesarias sin las cuales parece que no podríamos seguir adelante.
Y no sólo en lo material, perdemos la concentración, la esencia y no distinguimos lo importante ni lo esencial. Desvirtuamos los objetivos y las metas y adquirimos ansia y perdemos el fin último...la felicidad, el bienestar, la simplicidad.
Menos es más...tópico típico, tantas veces mencionado, pocas veces practicado...muchos deseos atenúan la ilusión, dificultan el poder alcanzarlos todos, generan frustración y olvidamos lo que nos llena, lo que nos motiva, lo que de verdad hace que nos movamos y podamos saltar cualquier barrera para obtener la felicidad.
Al hilo de esta idea, me encontré ayer formando parte de algunas actividades en Abengoa asistiendo a una charla más que interesante por parte de
Cathy O'Dowd primera mujer en ascender el Everest por dos caras diferentes y que ofrece seminarios y ponencias motivacionales sobre su experiencia extrema y aplicación a gestión de equipos de trabajo.
En uno de los pasajes de su exposición nos contaba como uno de sus compañeros quien llegó en solitario a la cima y cumplió su meta desde que tenía uso de razón, se paró a disfrutar de su reto conseguido, se sentó, se descuidó y finalmente murió congelado y sin oxígeno. Confundió su meta con el objetivo. El objetivo era volver sano y salvo.
A veces en la vida perdemos de vista cuál es el objetivo. Buscamos metas personales y profesionales, en el corto plazo, sacrificando bienestar y felicidad por el camino, familia, amigos, ilusiones. Hay que mantener el equilibrio o el tiempo pasará por delante y nos daremos cuenta...demasiado tarde.
Fue realmente inspiradora no sólo en lo profesional, sino en cómo calan mensajes personales como no hay montaña suficiéntemente alta por escalar cuando el reto te ilusiona lo suficiente.
Os dejo un vídeo. A todos aquellos que podéis organizar o recomendar ponentes para vuestros equipos, es realmente buena.
Es difícil, pero paremos de vez en cuándo a reflexionar sobre nuestros deseos, lo que de verdad necesitamos, lo que nos ilusiona...nuestra vida nos lo agradecerá.